viernes, 25 de febrero de 2011

Si no te equivocas de vez en cuando, es que no lo intentas.

Él era tan duro y romántico como la ciudad que amaba. Tras sus gafas de montura negra se agazapaba el vibrante poder sexual de un jaguar. Nueva York era su ciudad y siempre lo sería.

"Conocen este chiste?: 
dos señoras de edad están en un hotel de alta montaña, y dice una: 'Vaya! Aquí la comida es realmente terrible!', y le contesta la otra: 'Si, además las raciones son tan pequeñas...'. 
Pues básicamente así es como me parece la vida. Llena de soledad, miseria, sufrimiento, tristeza; y sin embargo se acaba demasiado deprisa. Otro chiste importante para mí es uno que generalmente se le atribuye a Groucho Marx, pero creo que fue Freud quien lo dijo, en relación con el subconsciente. Y dice así, en paráfrasis:
Jamás pertenecería a un club que tuviese a alguien como yo como socio.
Ese es el chiste clave de mi vida adulta en cuanto a mis relaciones con mujeres. Saben? Últimamente pasan cosas muy raras por mi cabeza, porque yo ya soy cuarentón y supongo que estoy pasando por alguna crisis vital, no se, no me preocupa la vejez, no, no soy de esos (aunque me estoy quedando calvo de la coronilla, y eso es lo peor que se puede decir de mi)... Sin embargo, creo que con la edad mejoraré, si, creo que seré un ejemplar del tipo viril, calvo, digamos, lo contrario a un distinguido canoso. A menos que no sea ninguno de los dos. Y acá me siento uno de esos babeantes que con la bolsa de la compra al brazo entra en la cafetería, predicando el socialismo. Annie y yo rompimos, y aún no puedo hacerme a la idea! Sigo examinando mentalmente las piezas de nuestras relaciones, y analizando mi vida para averiguar dónde surgió el fallo, comprenden? Y no... Hace un año estábamos... enamorados, muy enamorados. Si... No crean que soy un tipo fúnebre, tristón, ni tampoco depresivo. Yo, yo tuve una infancia razonablemente feliz, creo (...)''
(Annie Hall - Monólogo inicial)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario